14.6.07

Nueva respuesta de Gunther: Contra Natalie Plum.

¡Ha nacido con mala estrella este pequeño diario! Parece condenado a no ser sino la defensa constante del honor contro los insidiosos ataques de sus enemigos. Si la última vez que tomé la pluma (puesto que este blog, lo crean o no, está escrito a pluma, y además, quienes me conocen, que no son pocos, puesto que soy muy conocido, y ya sabrán ustedes que la definición del que es conocido o muy conocido es la de aquel que no por pocos y sí por muchos es conocido, no se han de extrañar de ello) fue para poner de relieve las intrigas del muy peligroso Johny Muñonez, en esta ocasión me veo obligado a atacar, con rigor, pero con firmeza a la no menos dangereuse (lo escribo en francés porque mola más, pero también por cierto matiz fónico de la palabra que no es necesario explicar ahora) autora del segundo (y hasta ahora último comentario) que ha llegado ha esta pequeña bitácora.

Al igual que el peligroso Johny Muñonez, la dangereuse Natalie Plum envuelve en un halago envenenado, su corrosivo comentario. Tal vez alguien menos atento que yo hubiese podido caer en la trampa. Tal vez otro hubiese podido ver en su aparentemente inocente sugerencia de proseguir mi difunto blog sobre el metro unas meras palabras de ánimo para quien tiene en las catacumbas de su memoria el feto pútrido de un blog nonato. Por fortuna, he tenido la suficienta capacidad para recordar que miss Plum no ha viajado en metro en su vida. Miss Plum, como todos ustedes saben, se mueve en nave espacial. Hace así gala de una fortuna que niega pero al mismo tiempo grita a los cuatro vientos con sus lujos interestelares. Miss Plum se justifica con los argumentos típicos. Dice que las naves espaciales contaminan menos, y que se pueden aparcar en una cuarta dimensión (que, como se sabe, está libre de zona azul). Todo esto puede ser verdad, pero no quita para que uno (con gran astucia, me permito decir) se pregunte por qué alguien que, insisto, nunca ha cogido el metro, puede tener interés en un blog sobre el mismo. La respuesta iluminó mi mente preclara como una iluminación. La dangereuse miss Plum pretende, igual que el peligroso Johny Muñonez, sembrar la discordia con mi buen compadre el dr Malarrama. Para quienes no hayan leído el comentario, decir que miss Plum lo cierra criticando mi fotogenia al tiempo que alaba la del doctor. ¿Acaso cabe mayor disparate? ¿Acaso cabe en cabeza alguna que tal comentario no sea una maquiavélica trama de miss Plum para enemistarme con el buen Malarrama y evitar que acabe yo ganando el concurso literario que organiza?
Adjunto a continuación una lista de cosas exhaustiva de causas de mi rencón hacia miss plum:
1. Se ha reído de mí.
2. Ha criticado mi fotogenia.
3.No tiene un enlace en su blog para "Sobre la idea de un párpado fluorescente"
4. Puede ver pechos cuando le venga en gana (este es un rencor misógino hacia su género en general)
5. Cuando sale de la ciudad va a la campiña, como en las novelas victorianas. Yo fuera de la ciudad sólo encuentro monte, y animales repulsivos y/o peligrosos.
6. Otro rencor misógino hacia todo su género en general. Las mujeres no necesitan caerle bien a nadie, porque pueden crear su propia gente.

Por supuesto, no vamos a dejar que las intrigas copen la entrada de hoy. Especialmente cuando hoy es el día que inauguramos la serie de obras pictóricas de Günther. Para empezar exponemos hoy Bandera nacional con aceituna al frente obra perteneciente a mi época simbolista.